Amor de verano...

Alguna vez, en los comienzos del blog, les contaba sobre lo muy enamoradiza que era cuando soltera, todo comenzó con mi primer amor a los once años y continuó con una seguidilla de galanes que yo cambiaba como si fueran calcetines, sin embargo no tenía novios, era lo que se dice una "luego te respondo" y el luego no llegaba nunca, le sacaba la vuelta al baile y me daba no se que eso de tener un novio que me tuviera como propiedad privada para salir los fines de semana... eso sí, me enamoraba hasta los cachos, hablaba por teléfono hasta que se me dormían las orejas y era la típica que coleccionaba el envoltorio del dulce que había botado a la basura el personaje de turno.

Todo iba bien hasta que un verano, cansada de NO besar sapos, me fuí a Torreón en México, y visitando a mis tíos y primos fuí a parar al típico grupo de chavitas que se juntan en la "zona de moda" de la ciudad, como mis primos eran menores, mi tía me endosó a esta parvada de chiquitas fresas, sigfrinas ó como gusten llamarles, y yo no daba pie con bola a toda la "onda" que estas niñas se traían... hasta que aparecieron los amigos de las chavitas y entre ellos, me tropecé con el que sería realmente mi "amor de verano"... ese si que me trajo arrastrando la cobija, cabeceando la banqueta y babeandome en la terraza... fuimos novios a penas seis meses ya que las distancias entre Torreón y Monterrey y esos fines de semana de "a ver si puedo ir a verte" terminaron con una despedida muy amistosa.

No tengo idea que fue de su vida, y no siento ni maripositas ni nada por él a nivel amoroso, ya que mi corazón está ocupado de milímetro a milímetro por un famoso Ciclista, pero, mentiría si digo que aunque me alcance el alemán (Alzheimmer) algún día olvidaré ese amor de verano...

Ustedes... ¿Han vivido algo así?